sábado, 7 de noviembre de 2009

Easy Living

Soy un punto luminoso...tan solo un punto luminoso, una ventana iluminada a altas horas de la noche. La vida me sonríe, dudo que este en plenas facultades mentales, pero siento el impulso de decirlo. Quizás la voz de Billie Holliday y el licor le den magia extra a la noche...pero hoy puedo decir que soy feliz, y dueño de mi vida.

Una nube de sensaciones me nubla la vista últimamente, me siento libre y satisfecho, intrigado y atrevido (a veces demasiado), las obligaciones me ofuscan y esos ratos en la cama cuando ya me desperté hacen que el día sea más alegre. Me siento derrotado al volver a casa, y vencedor de todas las batallas pecando en los baños de algún tugurio. Adoro la seducción, las miradas y los susurros de desconocido a desconocida, pero me hunden las prisas y los "modérate".

Me siento orgulloso, disfruto de los momentos especiales. Una cena en buena compañía, ese porro mañanero a medias, un póker de medianoche….eso si vale la pena. No entiendo al que prescinde de tales placeres, jamás comprenderé al que se sacrifica por nada, ni al que no se sacrificaría por nada.

Enciendo velas y todo se vuelve aun más sugerente, solo falta esa dama que me acompañe, a la que pueda amar esta noche, pero que mañana al despertarme se haya esfumado dejándome su olor en la almohada y su número de teléfono en la mesilla

La velada llega a su fin, LadyDay se queda sin voz, y yo sin tabaco.

Dejo de ser un punto luminoso…dejo de ser esa ventana iluminada a altas hora de la noche.

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